5/08/2006















La Ruta De Los Cinco Puentes


Al ser las 3:30 am sonó la alarma del reloj y la tan ansiada espera estaba por terminar. Después de un desayunito livianon me senté viendo hacia el este y apenas el astro sol iluminó el camino me encaramé en la cleta y en menos de una hora estaba en el punto acordado para la partida.

A las 6:30 am ya estabamos en pista. El primer puente (que por alguna razón no se cuenta) aparecía a la sombra de unas torres de vigilancia de algún recinto penitenciario.
En el segundo (o tercer) puente se aprecia la estructura del puente ferroviario que se ve ya tiene mas de 50 años de estar ahí y aún es util (echo pa mi saco). Aquí un tucan de pico verde esmeralda nos dejaba asombrados con su "pequeña" gran belleza.

Antes de llegar a Atenas, después de pasar sobre el Rio Grande nos encontramos con ascenso que yo lo ubico en uno de los mejores tramos de la ruta; se sube en zig zag por un buen trecho y al llegar arriba se puede ver en la lejanía en puente que recien pasamos, ademas de un tramo de la carretera que conduce a Atenas.

Al llegar a Escobal nos detuvimos en la pulpería para descansar 5 min, y asi oimos al pulpero hablar de como se deteriora el patrimonio arquitectócnico-ferroviario del lugar. De verdad que es una lastima como las antiguas estaciones del tren se ven invadidas por la maleza y el paso del tiempo.

Luego de la obligatoria sesión fotográfica en el último puente subimos una pendiente de esas que uno siente que lo jalan hacia arriba (sera por la ansiedad de llegar?), y luego un trecho que a mi me parecio eterno antes de llegar a Orotina.

En Orotina hubo que tomar una decisión; el trio de pedalocos que hasta ahi había llegado se desintgegraba; con la alegría de haber compartido tal "hazaña" Alvaro se enrumbó a Jacó,
Erick, dado que tenía compromisos en Heredia, echo su máquina en un bus, no sin antes acicalarse un poco para evitarle las molestias propias del sudor y el ejercicio a las personas que viajaban en el bus, y yo después de pensarlo un poco tome la desición de tirarme por la llamada "Variante Quintana".

La "Variante Quintana" atarviesa unos pueblitos de esos que parecen olvidados del tiempo y del resto del mundo. Aquí seguía yo (ahora solo) sintiendo los rayos del sol de las primeras horas de la tarde clavarse como agujas sobre mi humanidad, la cual ya para ese entonces no valía ni la mitad de lo que valía 8 horas antes.

Con la nostalgia del tren y tratando de imaginarme cuan diferentes podian verse los pueblos de Hidalgo y Cascajal cuando eran ateavesados por el ferrocarril salí a la carretera que va hacia puntarenas, exactamente unos metros antes de una señal que me indicaba que todavía me faltaban 28 Kms mas por recorrer.

Fue así como poco antes de cumplirse 10 horas de pedaleo llegué a la punta en Puntarenas, algo decepcionado porque de verdad que quería probar unos deliciosos tacos de cangrejo (no de camarón) que había visto en un programa de tv y el lugar estaba cerrado. Luego devolverme hasta la terminal de buses y acomadarme para hacer recuento de cuan satisfecho me sentía, exhausto pero sobre todo mucho muy satisfecho, super contento, feliz, y ansioso de volver a tener la oportunidad de repetir la "Ruta De Los Cinco Puentes".

1 comentario:

Anónimo dijo...

roberta.blogspot.com